Por fin tengo internet!!

No os creais que no ha sido una aventura poder actualizar el blog!! Madre de Dios lo que me ha costado llegar a este momento, pues resulta que en Japón los conectores de la corriente son planos, no redonditos como en europa, además de que aquí las cosas tiran a 100V, no a 220V como en españa ( y entre el acojone a que se me quemara el portatil, y a que no encontrara el adaptador...)

el descojone esque cuando llegué a japón y me di cuenta de mi error, ya era tarde para comprar el adaptador, además de que en internet leí (una vez estaba aquí) de que es altísimamente recomendable el comprar el adaptador de la corriente eléctrica antes de llegar a japón (¿por qué no lo dicen antes?).

en fin, que me voy a remontar unos días antes, y os pego el post que estaba escribiendo tras 8 horas de vuelo dentro del avión y cuando me aburría como una ostra. Era la antesala de lo que se venía venir:

En estos momentos me encuentro volando por encima de... ups, hace un ratín era Corea del Sur. Pues parece ser que me encuentro ya en los albores de mi nuevo año extraño, sobrevuelo el mar de la china o el mar del japón (en función de a quién se le pregunte).

El caso es que est9oy de lo mas relajado... es extraño, porque en un viaje de este tipo, cabría esperar mas emoción y exhaltación. Me ha tocado un compañero de viaje bastante majo, un señor de... unos cincuenta años? No lo se, esta gente asiática, la verdad que no se sabe muy a ciencia cierta la edad que tienen.

La verdad que se ha reido un poco cuando le pedí que me enseñara a usar los palillos, me ha costado unas tres horas de andar jugando con los palillos para lograr hacer un uso de ellos correcto, de echo, mi compañero de viaje me ha dicho que la manera que me ha enseñado, pocas personas en japón son capaces de hacerlo. En fin, que me resulta divertido. Po suspuesto no me he podido contener en sacar una foto a la comida que me han servido, lo mas gracioso fue que a medida que sacaba bandejitas de comida de la bandeja principal, pues resulta que aparecían ingredientes de lo mas extraño. Un bote de algo parecido a una... ¿salsa de soja? Luego descubrí que el ingrediente mas extraño eran como unas tiras de celo de color verde botella-melanina de mejillón, que resultó ser algas para acompañar los espaguetis japoneses. La verdad que se descojonaron un poco cuando decidí probarlos a palo seco (es que se me habían acabado los espagoides, y claro, no me quedo sin saber a que leches sabe).

El caso es que como si de una premonición se tratara, he visto un precioso amanecer...

Por cierto, no se que leches me han dado para comer, pero me está dando unos dolores de barriga... que la madre que lo parió. Empezamos bien la aventura japonesa, anda.....

Pues esto no ha sido nada, esperar que pretendo contarlo todo todito todoooooo.